Nuevas alfabetizaciones interpelan a la escuela:
La palabra “alfabeto”
hace referencia al nombre de las dos primeras letras o símbolos de la
lengua griega: alfa (α) y beta (β). Por extensión se consideró que el
conjunto de los símbolos así como de las formas de agruparlos (la
sintaxis) para producir significado en una determinada lengua fuera
denominado alfabeto. La necesidad de poseer y aprender las reglas y
procedimientos de codificación y decodificación de éste, da lugar al concepto de alfabetización.
Por
consiguiente cuando una persona dominaba el mundo de esos códigos y su
significados, en una determinada lengua y con la posibilidad de producir
escritura, era considerado un sujeto “alfabetizado”. Por el contrario quien no poseía dichas competencias era “analfabeto”, es decir se le añadía el prefijo negativo para significar la carencia de conocimiento acerca del alfabeto.
Los
tiempos han cambiado y vivimos un periodo o etapa histórica en las que
se imponen nuevas formas y contenidos culturales transmitidos a través
de medios no impresos.
El panorama actual, en este inicio del siglo XXI, representa un escenario radicalmente distinto al existente en la llamada sociedad industrial de los dos últimos siglos.
Hoy
en día, existe consenso de que la formación integral de un ciudadano
del siglo XXI no puede quedar reducida a la formación en la cultura
escrita e impresa.
La
cultura del siglo XXI es multimodal, es decir, se expresa, produce y
distribuye a través de múltiples tipos de soportes (papel, pantalla),
mediante diversas tecnologías
(libros, televisión, computadoras, móviles, Internet, DVD, ...) y
empleando distintos formatos y lenguajes representacionales (texto
escrito, gráficos, lenguaje audiovisual, hipertextos, etc.). Por ello,
desde hace, al menos, dos décadas distintos expertos, colectivos,
asociaciones y especialistas educativos reclaman la necesidad de que se
incorporen nuevas alfabetizaciones al sistema educativo.
Alfabetizaciones centradas bien en la adquisición de las competencias de
producción y análisis del lenguaje audiovisual, en el dominio del uso
de los recursos y lenguajes informáticos, o en el desarrollo de
habilidades de búsqueda, selección y reconstrucción de la información.
Tradicionalmente la función primordial de la educación en general, y de
la escuela en particular, es la socialización cultural de los niños y
jóvenes entendida como la inmersión en las formas, significados, normas y
prácticas socioculturales de la sociedad en la que tienen que vivir.
La alfabetización básicamente consiste en el proceso de adquisición de
los conocimientos y competencias que permiten el acceso a la información
y la cultura empleando distintos lenguajes y artefactos.
En
los países más desarrollados, la alfabetización en la cultura impresa
no es una meta prioritaria de las políticas educativas ya que la
escolaridad obligatoria es una realidad desde hace más de tres décadas
que abarca toda la infancia y la edad de la adolescencia. Por eso puede
afirmarse que el analfabetismo prácticamente estaba erradicado en los
países occidentales. Sin embargo, en el último cuarto del siglo XX, con
el desarrollo de la tecnología audiovisual e informática han surgido
nuevas formas de expresión y difusión de la cultura vehiculada a través
de códigos de representación distintos del textual y a través de medios o
soportes técnicos que no son impresos, sino de naturaleza electrónica.
Los hipertextos, los gráficos en 3D, los mundos virtuales, los videoclips, las simulaciones, la comunicación en tiempo real y simultánea entre varios sujetos a través de un ordenador, la videoconferencia, los mensajes y correos escritos a través de telefonía móvil o de Internet, la navegación a través de la WWW, la presentación multimedia
mediante diapositivas digitales, entre otras muchas formas, representan
un caleidoscopio de códigos expresivos y acciones comunicativas bien
diferenciadas de lo que es la comunicación a través de la escritura y
lectura en documentos de papel.
La paradoja
educativa es que cuando en los países desarrollados se ha logrado
alfabetizar a la casi totalidad de la población en los códigos
simbólicos y expresivos de la cultura impresa ha surgido un nuevo tipo
de analfabetismo: el de aquellos colectivos sociales e individuos que no
poseen las competencias y habilidades para obtener información y
comunicarse a través de la tecnología digital. Este analfabetismo afecta
principalmente a las personas adultas, muchas de las cuales son
incapaces o han renunciado al uso de las TICs porque el esfuerzo
formativo para entenderlas y manipularlas es demasiado costoso para que
lo afronten con éxito. Aunque la tecnología del software informático ha
avanzado espectacularmente en facilitar la interacción de los usuarios
con los ordenadores a través de interfaces intuitivas y gráficas o con
programas inteligentes que resuelven por sí solos tareas o situaciones
problemáticas sin la intervención del usuario (p.e. instalar software,
descargar archivos,
localizar información en una base de datos, reconocimiento automatizado
de nuevo hardware, etc.) todo ello resulta complejo e ininteligible
para aquellas personas adultas que nunca han tenido contacto con las
computadoras y demás artilugios informáticos (scaners, grabadoras de CD
ROM, impresoras, proyectores multimedia, cámaras digitales, lápiz
óptico, agendas electrónicas, ...).
UNA NUEVA EDUCACIÓN PARA UN NUEVO SIGLO : NUEVAS NECESIDADES, NUEVAS HABILIDADES. FUNDAMENTOS DE LA ALFABETIZACION EN INFORMACION
En los comienzos del S. XXI, con el enorme avance de la tecnología audiovisual y digital y la configuración de nuevas formas de expresión ya nadie discute que la formación integral de un ciudadano no puede reducirse a la alfabetización en la cultura escrita e impresa.
Ningún individuo puede considerarse hoy plenamente “alfabetizado”
si no manifiesta competencias para la codificación y decodificación de
los distintos lenguajes y formas expresivas que se instauran en la era
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.Las
transformaciones sociales, económicas y culturales de nuestro tiempo
interpelan a la escuela y demandan la ampliación de nuevos saberes y
conocimientos. Se habla entonces de alfabetizaciones emergentes,
múltiples o nuevas alfabetizaciones, las cuales comprenden conocimientos
vinculados al lenguaje audiovisual y digital sin restringirlas tan sólo
a la enseñanza de herramientas informáticas .
Manuel Area Moreira define a la alfabetización como “el
proceso de adquisición de los conocimientos y competencias que permiten
el acceso a la información y la cultura empleando distintos lenguajes y
artefactos.”
Este Profesor español de Tecnología Educativa clasifica las siguientes nuevas alfabetizaciones:
Se
desarrolla con la finalidad de formar al alumnado como sujeto con
capacidad para analizar y producir textos audiovisuales así como para
prepararlo para el consumo crítico de los productos de los medios de
masas como el cine, televisión o publicidad. Se considera la imagen y
sus distintas formas expresivas como un “lenguaje” con sus propios
elementos y sintaxis. Se implementó parcialmente en el sistema escolar
en los años ochenta y noventa.
El
propósito de esta alfabetización es desarrollar en los sujetos las
habilidades para el uso de la informática en sus distintas variantes
tecnológicas: computadoras personales, navegación por Internet, uso de
software de diversa naturaleza. Se centra en enseñar a manejar el
hardware y el software. Tuvo un desarrollo limitado en el sistema
escolar en la década de los noventa, aunque continúa en la actualidad.
PAra ampliar la información realizar clic aquí.
El
origen de esta propuesta procede de los ambientes bibliotecarios. Surge
como respuesta a la complejidad del acceso a las nuevas fuentes
bibliográficas distribuidas en bases de datos digitales. Se pretende
desarrollar las competencias y habilidades para saber buscar información
en función de un propósito dado, localizarla, seleccionarla,
analizarla, y reconstruirla.
El concepto procede del
ámbito anglosajón formulado por el New London Group a mediados de la
década de los noventa. Defiende que en una sociedad multimodal debe
prepararse y cualificarse al alumnado ante los múltiples medios y
lenguajes de la cultura del tiempo actual con un planteamiento integrado
de los distintos alfabetismos.
Es importante destacar, sin embargo, tal como sostiene la Dra. Inés Dussel, que “la
escuela debe renovar los contenidos que transmite, pero también hay que
reafirmar los contenidos básicos y replantearse aquellos saberes que
constituyen, hoy, la alfabetización básica. Esto es algo que está muy
desigualmente distribuido en nuestra sociedad”.
Otro
aspecto fundamental es el que plantea Daniel Prieto Castillo cuando
interroga “Dime qué hiciste con las anteriores alfabetizaciones y te
diré qué harás con las nuevas”: una alfabetización sin producción se
queda a mitad de camino.
…........................................................................................................................................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios y sugerencias