sábado, 16 de octubre de 2010

La escuela y las nuevas alfabetizaciones Lenguajes en plural.


Inés Dussel
Myriam Southwell

La alfabetización en la lectoescritura fue durante muchos años la tarea central, y casi única, de la escuela. Entendida como su corazón y su razón de ser, ella ocupaba buena parte de las expectativas sobre los logros de la escuela primaria. Desde fines del siglo XIX, la escolaridad elemental amplió esa propuesta para incluir lo que consideraban los conocimientos básicos necesarios para la vida en sociedad. Estos contenidos básicos fueron definidos desde diversas perspectivas: contenidos para la formación moral, contenidos para el trabajo, contenidos para la inclusión en la sociedad nacional y la ciudadanía, entre otros.

En el último tiempo, empezó a formularse la necesidad de incluir otros saberes básicos como igualmente importantes para considerar que la escuela ha cumplido con éxito su misión. Se habla de alfabetizaciones emergentes, y también de alfabetizaciones múltiples, para referirse a la adquisición de un conjunto de saberes que abarcan otras áreas. Entre esas alfabetizaciones, se menciona a la alfabetización digital y la alfabetización mediática, pero también a la alfabetización ciudadana, la económica, e incluso la emocional. Algunos critican este uso desmedido de la metáfora de la alfabetización, y argumentan que ella debería restringirse a la adquisición y competencia en ciertos lenguajes.

En este artículo, y en las notas que integran el dossier, nos gustaría referirnos a distintos saberes que aparecen cada vez como más necesarios. ¿Qué significa hablar hoy de nuevas alfabetizaciones? ¿Se trata solo de renovar las alfabetizaciones clásicas? ¿Supone solo cambios en el soporte de los textos o también implica otra serie de destrezas y operaciones? Los saberes considerados indispensables deberían ampliarse para incluir los saberes, relaciones y tecnologías que hoy son dominantes en nuestra sociedad, y formar a las nuevas generaciones para que puedan vincularse con ellas de maneras más creativas, más libres y más plurales. Creemos que para desandar, aunque sea en parte, la brecha que se instaló entre la escuela y lo contemporáneo, sería deseable que la organización pedagógica y curricular de las escuelas se estructurara como un diálogo más fluido, más abierto, con los saberes que se producen y circulan en la sociedad. ¿Cuáles son los nuevos lenguajes que deberían ser incluidos en la propuesta escolar, y cómo sería más productivo hacerlo? Sobre estas preguntas reflexionaremos en las páginas que siguen.

La escuela de las alfabetizaciones básicas del siglo XIX

Como sabemos, cada época produce y reproduce cultura, genera crisis de sus expresiones previas, renueva sus formas y echa a andar nuevas posibilidades. ¿Cómo ha resonado esa dinámica propia de la cultura dentro de las paredes de la escuela? A veces la escuela genera culturas nuevas: así lo hizo cuando creó un público lector, un público letrado, a principios del siglo XX, y ayudó a estructurar relaciones, identidades, sentimientos e incluso industrias como la del libro y el periódico masivos sobre esa base. Un hecho no menor en esa dirección es la incorporación masiva de la mujer a la cultura, tanto en su rol de alumna como en el de educadora, primer escalón de un ingreso al mercado de trabajo que transformaría definitivamente a la sociedad y a la familia.

¿Cómo se fue dando la incorporación de las nuevas formas de producción cultural en nuestras escuelas? En la historia de más de dos siglos de escuelas elementales y superiores en el país, el diálogo con la producción cultural que se producía fuera de ella fue enriquecedor pero, a la vez, casi siempre problemático. Más de una vez en estos siglos, los cambios tecnológicos, los nuevos lenguajes y lo que producían las vanguardias artísticas, culturales y políticas era vivido como una amenaza ante las cuales la escuela debía construir paredes más altas. Un ejemplo de ello puede encontrarse en las expresiones sumamente preocupantes de educadores como Víctor Mercante que desconfiaba de avances tecnológicos como la mecanización, los tranvías eléctricos, como así también de expresiones culturales tales como el cine, el tango y el fútbol. Constatando que la mayoría de los espectadores de cine eran jóvenes de entre 12 y 25 años de edad, se preguntaba horrorizado en 1925: "¿Quién abre un libro de Historia, de Química o de Física, a no ser un adulto, después de una visión de Los piratas del mar o Lidia Gilmore de la Paramount?". La mayoría de las películas eran, en aquella época, de cowboys y de amor, cuyos héroes eran, para Mercante, "grandísimos salteadores y besuqueadores". Todo eso llevaba a que los jóvenes "solo quieran gozar, gozar, gozar"; por eso, él sostenía que el cine era una escuela de perversión criminal, y que había que organizar comités de censura en todas las ciudades para que solo se exhibieran películas "moralmente edificantes". Su propuesta fue la de establecer comités de censura en los pueblos, y cerrar las escuelas a los nuevos lenguajes y estéticas.

En un sentido similar, algunos educadores encabezaron fuertes discusiones acerca de qué podía considerarse cultura y qué quedaba relegado a lugares menores y despreciados, y por lo tanto, qué expresiones escritas, visuales o sonoras podían introducirse en la escuela y podían ser parte del trabajo escolar, y cuáles no. De este modo, esa escuela fue autorizando determinados saberes, voces, expresiones y lenguajes y decidió dejar afuera otras formas culturales que luego la historia fue incorporando dentro del canon de cultura legítima. Lo que debe prendernos una luz de alerta es que esas formas fueron "entrando por la ventana", imponiéndose por la demanda social de familias y alumnos, por la presión del mercado, o por decisiones inconsultas. Quizás esta vez deberíamos ser capaces de dar una discusión pública rigurosa y profunda sobre cuáles de estos nuevos saberes deben entrar a la propuesta escolar, y cómo deben hacerlo.



Las alfabetizaciones clásicas hoy

El surgimiento mismo de la escuela se consolidó en torno a las tecnologías ligadas a la lectura y la escritura disponibles a fines del siglo XIX: el libro, la pizarra, el pizarrón, el cuaderno, el lápiz. Como muchas de estas prácticas y tecnologías venían de lejos, se favoreció una idea de inmutabilidad de los saberes y unidireccionalidad de su enseñanza. Sin embargo, cabe plantearse si es la misma enseñanza la que debe desarrollarse cuando se trata de trabajar con pantallas, a veces muy pequeñas, y cuando las tecnologías se transformaron radicalmente.

Por un lado, hay que considerar que en los siglos XVIII y XIX, la escritura, junto a la pintura y el dibujo, era una de las pocas maneras de registrar y conservar el saber para su transmisión. Pero hoy las posibilidades tecnológicas de "capturar" una imagen y hacerla perdurable a través de la fotografía y el cine/video, de guardar una voz, o de registrar un movimiento, rompieron ese monopolio. La escritura sigue siendo fundamental para representar al mundo, para acceder a otros mundos de significados, para encontrarse con la experiencia de otros humanos y para acceder a otros cuerpos de saberes, pero ya no es la única forma posible.

La otra cuestión a tener en cuenta en torno a la enseñanza de la lectura y la escritura es que hoy está organizada por diferentes supuestos y principios que hace un siglo. Si antes importaba el manejo competente (el dominio fluido) de la ortografía y la sintaxis, actualmente hay otros discursos que la configuran. Se busca que los alumnos se expresen, que se apropien de los códigos lingüísticos, que produzcan textos propios y que se vinculen a la lengua y literatura de maneras más productivas y libres.

También se plantea que hay que promover que los alumnos se acerquen a las situaciones reales de comunicación, se jerarquiza el lugar de la oralidad y se promueven formas menos rígidas de enseñanza, que plantean trabajos en grupo, interacciones directas entre los alumnos, y autocorrecciones o evaluaciones de los pares. La relación con el saber que se promueve y el vínculo con la autoridad (a través, por ejemplo, de la relación con las normas lingüísticas, del énfasis que se pone en la ortografía y la sintaxis, y de las formas de trabajo con el error) son muy diferentes a lo que se planteaba a fines del siglo XIX. Las "alfabetizaciones clásicas" hoy implican prácticas y sentidos bien distintos a los que a veces se evocan en la visión nostálgica de la escuela tradicional. No es suficiente, entonces, con seguir haciendo bien lo que se hacía hace un siglo: nos encontramos con otros sujetos, con otras estrategias, y con otras prácticas sociales que demandan otro tipo de enseñanza.

Una tercera cuestión que se plantea es que hay que repensar el lugar monopólico de la escritura en la transmisión de la cultura. La escritura es un "modo de representación", es una de las formas en que los seres humanos construimos el sentido sobre nuestra experiencia y nos comunicamos (Kress, 2005). La escritura es un modo importantísimo de representación, y su aprendizaje es difícil, y debe ser eje fundamental de la escolaridad; pero no es necesariamente cierto que es el más completo o el que debe "dominar" a todos los otros, que incluyen a la imagen, el sonido y el lenguaje gestual o corporal. Esta jerarquización excluyente de la escritura más bien habla de una sociedad que valora y jerarquiza ciertas prácticas sobre otras, y que desprecia otras formas de comunicación y de saber. ¿Eso quiere decir que son igualmente importantes, o que la escuela debe incorporarlas todas al mismo nivel? De ninguna manera. La escritura requiere una inducción larga y cuidadosa en sus reglas y formas de procedimiento, y la escuela sigue siendo el mejor lugar para hacerlo (y, para muchos, el único). Pero también debe reconocerse que ya no es posible sostener que las otras formas de representación de la experiencia humana no deben tener lugar en la escuela. Kress propone, acertadamente, reconocer que ninguna forma de representación es total, ni logra atrapar al conjunto de la experiencia humana y que si bien la escritura y la lectura tienen enormes beneficios como prácticas de conservación, producción y transmisión de la cultura, no son las únicas dignas de enseñarse y de aprenderse masivamente. Unas y otras pueden potenciarse y beneficiarse mutuamente, expandiendo nuestra capacidad de expresarnos, de comunicarnos, de aprender sobre nosotros mismos y sobre el mundo.

Pensar en los "modos de representación" ayuda también a analizar los medios tecnológicos por los que se representa. Kress señala que la escritura en la época de la pantalla tiende a adoptar aspectos de la gramática visual de la pantalla antes que de la página del libro1 como sucedía hasta hace poco tiempo. Los libros de texto son buenos indicadores de estos cambios: actualmente, la organización visual de las páginas de esos libros asume formatos hipertextuales, con ilustraciones, profundizaciones, resaltados; y muchas veces la escritura viene a cumplir una función subsidiaria de la imagen -el texto escrito se introduce para explicar y desarrollar la imagen-, que reacomoda la economía textual de la página. Antes, la organización de la página no constituía un problema complejo, y se decidía de acuerdo con las posibilidades técnicas y gráficas disponibles; hoy "esa organización se ha convertido en un recurso para el significado de los nuevos conjuntos textuales". Como veremos más adelante, empieza a ser cada vez más necesario que la escuela proporcione otros conocimientos para moverse mejor, más fluidamente y de forma más rica y relevante, en los saberes que proporcionan las nuevas tecnologías, básicamente la computación y el lenguaje audiovisual. Quizás valga preguntarse: si no es la escuela la que proporciona estos saberes, ¿quién lo hará? Por ejemplo, ¿puede imaginarse una televisión que enseñe a reflexionar críticamente sobre sus contenidos, contra sus propios intereses? Dejarlo librado al mercado, o a las experiencias actualmente disponibles -que en su gran mayoría están organizadas por pautas mercantiles- implica renunciar a incorporar otras lógicas, otros plazos, otras orientaciones.

La alfabetización como metáfora

Hablar de nuevas alfabetizaciones, alfabetizaciones múltiples o alfabetizaciones emergentes, requiere discutir también si vale la pena referirse a esos nuevos saberes en los mismos términos que las alfabetizaciones clásicas. Algunos autores (Kress, 2005; Braslavsky, B., 2004) señalan que no es conveniente usar el término de "alfabetización"como metáfora. Kress destaca dos razones: por un lado, que esta extensión provoca una extensión de los supuestos y prácticas de la lectura y de la escritura a otras formas de representación (por ejemplo, la imagen o los gestos), lo que no necesariamente ayuda a ver las profundas diferencias que las estructuran; por el otro, denuncia una especie de "colonialismo cultural" que está dado por la extensión del uso anglosajón de literacy a otros contextos en los cuales las nociones específicas (por ejemplo "alfabetización" en el caso del español) no se adecuan demasiado estrictamente al original inglés. Buckingham (2007), partidario de usar el término, señala que introducirlo implica darles legitimidad a estos saberes, e incorporarlos a un curriculum básico que deben aprender todos los ciudadanos.

Sin desconocer las críticas mencionadas, consideraremos que es más lo que se gana que lo que se pierde en esta adopción de la metáfora de "alfabetizaciones" para hablar de los saberes básicos que hoy debe transmitir la escuela primaria. Hablar de alfabetización permite referirse a la necesidad de aprender lenguajes, y estos lenguajes no son solamente, ni deben serlo, los del lenguaje oral u escrito. Buckingham señala que la alfabetización hace referencia a la posibilidad de acceder a un código o lenguaje y también de comprenderlo y usarlo creativamente. Creemos que en torno a esas tres acciones (acceso, comprensión y creatividad) podrían estructurarse contenidos interesantes y relevantes que aporten a la formación intelectual, ética y estética de los estudiantes.

En este dossier hemos incluido notas que apuntan a poner en discusión dos alfabetizaciones "nuevas" que han ido incorporándose al trabajo escolar y tienen aún un fuerte potencial para seguir profundizando esa incorporación. Por un lado, Flavia Pascualini y Rosalía Pasini cuentan la experiencia sobre alfabetización digital llevada adelante en la escuela donde trabajan y Emilia Ferreiro nos ofrece su reflexión sobre la producción de textos y la interacción con ellos en las nuevas condiciones de la cultura contemporánea. Por otro lado, nos ocuparemos de la alfabetización audiovisual o mediática a través de la nota de Ana Laura Abramowski.

Alfabetizados y enredados

Otro punto sobre el que nos gustaría detenernos es el de la relación entre la incorporación de nuevos saberes y la visión que tenemos de lo nuevo, y de los nuevos, en la cultura. Es frecuente que los adultos intercambiemos impresiones acerca de si las operaciones de comunicación, lingüísticas, expresivas, etcétera, que se realizan con el celular, el chat, las weblogs son formatos culturales restringidos o empobrecidos, un uso devaluado del lenguaje, e incluso una deformación que no educa. En estas valoraciones hay distintos elementos. Por un lado, aparece una preocupación por brindar y velar por el acceso a la cultura letrada, que es legítima y se basa en una posición responsable como educadores. Pero también suele haber un cuestionamiento hacia los jóvenes, porque sus modos de vivir en el mundo y en la cultura se perciben distintos al que los adultos creemos recordar que vivimos nuestra juventud. Una mirada frecuente sobre los jóvenes suele verlos como menos creativos, menos cultos, menos lectores, menos políticos de lo que los adultos recordamos haber sido.

Es necesario considerar, como apuntan algunos especialistas, que la mayor flexibilización de las normas que organizan la lengua escrita se ha producido en todos los momentos del desarrollo humano en que se fueron pluralizando las formas de registro de lo escrito. Desde la oralidad a la escritura, de la escritura sobre tablas a la escritura sobre papel, etcétera, en todas esas transiciones hubo modificaciones en la norma que organizó la lengua escrita; y por lo tanto, fue parte del derrotero de su crecimiento y afianzamiento. Por otro lado, varios siglos atrás, escribir y leer eran actividades profesionales que llevaban adelante personas que desempeñaban un oficio específico. Pero la evolución de la sociedad posibilitó que ya no fuera un oficio que desempeñaban algunos pocos por obligación, sino una marca de ciudadanía (Ferreiro, 2001) y gracias a ese desarrollo esas prácticas están hoy fuertemente extendidas entre nosotros. Una mirada a lo largo de la historia, desde el siglo XII hasta nuestros días, podría listar una enorme cantidad de "deformaciones" y transformaciones en ese lenguaje.

En una entrevista incluida en el Nº 3 de El Monitor, Daniel Link nos recuerda que los chicos y jóvenes jamás se caracterizaron por el buen uso del lenguaje y que no deberían ser estigmatizados por ello. Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación y su creciente uso entre todos los que habitamos este mundo contemporáneo, traen nuevos interrogantes a la escuela y requieren diversificar aquellos soportes sobre los que se alfabetiza. Una posibilidad es que la escuela se abra a considerar como legítimas las formas de lectura y escritura que desarrollan los alumnos y docentes en tanto internautas, posibilitando la consideración de esas prácticas que los alumnos llevan adelante en entornos virtuales. Por esos y otros motivos habría que evitar la actitud de desconfianza o desvalorización de las interacciones que se producen en los entornos virtuales, ya que ellos implican el conocimiento de nuevos lenguajes que entran en un capital cultural más amplio que la alfabetización entendida de modo más clásico.

Otro elemento importante que podría abrirse con las nuevas tecnologías es la capacidad de crear recorridos y producciones originales de cada uno de los alumnos. Eso implica pensar a chicas y chicos como "productores culturales por derecho propio" (Buckingham, D., 2002:225), lo que tendrá consecuencias tanto en la manera en que encaren su propio proceso de aprendizaje y su capacidad de proyectarse hacia el futuro, como en ocupar un lugar distinto como sujetos políticos con igualdad de derechos. Algunas experiencias realizadas con la creación de páginas web, instalaciones virtuales o CD muestran las enormes posibilidades que abren estas experiencias.

Al mismo tiempo, habría que proponerles espacios para reflexionar, investigar y producir alternativas sobre quiénes y cómo producen saberes en estos nuevos espacios. No debe ignorarse que ellos están movidos, antes que nada, por intereses comerciales y empresarios. La mayoría de los buscadores, por ejemplo, tienen espónsores o publicidades que orientan en ciertas direcciones y no en otras; nos instalan programas que juntan información sobre nuestro perfil de consumidores, y buscan interpelarnos antes que nada como posibles compradores (de bienes o de información). Nuestros alumnos tienen el derecho, y el deber, de saber en qué se están metiendo cuando acceden a estos sitios, qué cuestiones se les facilitan y cuáles se obstaculizan, para decidir cómo y con quiénes se vinculan.



Preguntas por el cómo

Como suele decirse, lo importante no es la tecnología sino lo que hagamos con ella, lo que enseñemos sobre sus usos y posibilidades, y también sobre sus límites. También es importante pensar en una introducción de las nuevas tecnologías que no las consideren solamente un recurso didáctico que amplía las posibilidades materiales del aula, sino también, y sobre todo, formas culturales importantes de esta época, ámbitos productivos y recreativos de la cultura, la política y la economía contemporáneas, que tienen muchos efectos sobre nuestras propias vidas, las de los docentes y las de los alumnos. En ese sentido, creemos que no es suficiente con "enseñar computación" y los programas de software (como si fueran técnicas asépticas y neutrales), ni tampoco considerar a la internet solamente como una gran fuente de información, sino que deberían sumarse otros saberes, disposiciones y sensibilidades que permitan enriquecer la vida de los alumnos, que los ayuden a plantearse preguntas y reflexiones a las que solos no accederían, y que les propongan caminos más sistemáticos de indagación, con ocasiones para compartir y aprender de y con otros.

Es fundamental, por ejemplo, enseñar la noción de red y su extensión en muchas actividades humanas, y ayudar a develar las jerarquías, desigualdades y subordinaciones que siguen operando pese a su apariencia horizontal e igualitaria. También, en este punto, sería interesante enseñar sobre las transgresiones, sobre la creatividad y la productividad de muchos emprendimientos individuales o de pequeñas asociaciones que elaboran otras cadenas de noticias, o de solidaridades, o de creaciones artísticas o sociales. Es fundamental también hacer lugar a otros conocimientos y experiencias que circulan en internet, o que se almacenan en CD, estudiando por ejemplo cómo cambia el conocimiento cuando se archiva en uno u otro formato, discutiendo qué se transformó de las viejas bibliotecas de papeles a las nuevas formas virtuales, e indagando sobre las posibilidades y los límites que ofrecen los buscadores actuales para rastrear información, experiencias, relatos; ayudarnos a pensar qué encontramos y qué no encontramos con esos buscadores, y pensar criterios con los que leer y organizar (poner en relación, dar sentido, interpretar) aquello que hallamos. Podemos proponernos, también, estudiar los videojuegos: las estrategias que proponen, sus formas de producción, sus narrativas, sus presupuestos epistemológicos y políticos. Podríamos proponernos estudiar con nuestros alumnos, con menos prejuicios pero sin celebrar acríticamente todo lo nuevo, qué emociones y sentimientos movilizan, qué sociabilidades se establecen, qué estrategias resultan exitosas y por qué, y qué otras formas de interacción podrían proponerse.

También sería interesante ponernos y poner a nuestros alumnos a investigar acerca de usos diferentes de las nuevas tecnologías en distintas regiones, sectores sociales, y distintos países, que los ayuden a reflexionar sobre los condicionamientos económicos, culturales, geográficos, políticos y sociales que tiene la relación con la tecnología y que no se dejan simplificar en la presencia o ausencia de una máquina (Snyder y otros, 2002). Esa indagación también les daría una experiencia valiosa acerca de las diversas maneras de ser niños o jóvenes en distintas sociedades, en distintos sectores sociales y hasta en distintos barrios o circuitos socioculturales.

Creemos que es fundamental que las escuelas propongan una relación con las nuevas tecnologías de la comunicación y la información significativa y relevante para los sujetos que las habitan. Las nuevas alfabetizaciones deberían ayudar a promover otras lecturas (y escrituras) sobre la cultura que portan las nuevas tecnologías, que les permitan a los sujetos entender los contextos, las lógicas y las instituciones de producción de esos saberes, la organización de los flujos de información, la procedencia y los efectos de esos flujos, y que también los habiliten a pensar otros recorridos y otras formas de producción y circulación. En la búsqueda de respuestas, seguramente la enseñanza se convertirá en algo más interesante y más valioso. Y es en esa búsqueda donde podemos intentar aproximar el mundo de la escuela y la sociedad contemporánea, desde lugares intelectualmente más productivos y políticamente más auspiciosos que los que produce hoy la irrupción de la crisis y la fragmentación social. Todo ello hace a la relación con el saber, con la lengua, con los otros, con el conocimiento acumulado; y hace a nuestro lugar en una sociedad humana que se forma de muchas herencias, lugar que debería permitirnos dejar una huella propia para que otros la retomen más adelante.
Blibliografía

Braslavsky, Berta, ¿Primeras letras o primeras lecturas? Una introducción a la alfabetización temprana. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2004.
Buckingham, David, Crecer en la era de los medios electrónicos. Madrid, Morata, 2002. Buckingham, David, Beyond Technology. Children´s Learning in the Age of Digital Culture. Cambridge. UK, Polity Press, 2007.
Dussel, Inés, "De la primaria a la EGB: ¿qué cambió en la enseñanza elemental en los últimos años?", en:Terigi, F., Diez miradas sobre la escuela primaria. Buenos Aires, Siglo XXIOsde, 2005.
Ferreiro, Emilia, Pasado y presente de los verbos leer y escribir. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.
Kress, Gunther, El alfabetismo en la era de los nuevos medios de comunicación. Granada, Ediciones El Aljibe-Enseñanza Abierta de Andalucía, 2005.
Mercante,Víctor, Charlas pedagógicas. Buenos Aires, Gleizer, 1925.
Snyder, Ilana; Angus, L & Sutherland-Smith,W., "Building Equitable Literate Futures: Home and School Computer-Mediated Literacy Practices and Disadvantage", Cambridge Journal of Education,Vol. 32, N° 3, 2002, págs. 367-383.

1, La página del libro, obviamente, también tenía una gramática visual, pero esta era decidida por mecanógrafos, linotipistas, impresores.

jueves, 14 de octubre de 2010

El lenguaje de las imágenes y la escuela ¿Es posible enseñar y aprender a mirar?

Ana Abramowski

"Las imágenes son enviadas como postales, transmitidas por satélite, fotocopiadas, digitalizadas, descargadas y arrastradas. Encuentran a sus espectadores. Es posible observar a personas en todo el mundo observando las mismas imágenes (una foto de un diario, una película, la documentación de una catástrofe). Las consecuencias políticas de ello son muy relevantes -aun cuando no automáticamente progresistas".
Susan Buck-Morss, 2005

Ante la actual tendencia a plasmar los acontecimientos en imágenes y a visualizar la existencia, algunos se han animado a afirmar que habitamos en un mundo-imagen. "La vida moderna se desarrolla en la pantalla", dice Nicholas Mirzoeff, un estudioso de la cultura visual, para luego agregar que hay cámaras ubicadas en cajeros automáticos, centros comerciales, autopistas, supermercados."Ahora la experiencia humana es más visual y está más visualizada que antes",1 afirma, para luego señalar que es cada vez más notable la distancia entre la vastedad de nuestra experiencia audiovisual y nuestra capacidad de hacer algo con todo eso que vemos.

Mientras que las imágenes, erráticas, se multiplican y, a medida que las prácticas de mirar varían y se complejizan, la voluntad de ver cada vez más convive con cierta descalificación y desconfianza ante la cultura visual.

¿Por qué y cómo lo visual ha adquirido tanta potencia?

¿Estamos saturados, acostumbrados, anestesiados de tanto ver?

¿Todo debe y puede ser mirable, visible, observable?

¿Para qué mirar?

¿Por qué las imágenes son, por momentos, sobrevaloradas e idolatradas, como si pudieran explicar todo, y en otras ocasiones, infravaloradas y demonizadas2 como las culpables de todos nuestros males?


Pensar las imágenes: ¿desde qué saberes? ¿Para qué?

Creemos que algunas de estas preguntas pueden responderse mejor si nos acercamos a algunos campos de conocimiento que están reflexionando sobre estas transformaciones. Uno de los más interesantes es el de los estudios visuales, que surgió alrededor de 1990, para pensar los profundos cambios perceptivos y comunicativos introducidos por las nuevas tecnologías de lo visible. Combina los aportes de la historia del arte, la teoría del cine, el periodismo, el análisis de los medios, la sociología, la filosofía, la antropología, la teoría literaria y la semiología. Este campo se presenta a sí mismo como interdisciplinar y multimetodológico, un lugar de convergencia de múltiples enfoques. Desafiando la distinción entre las "bellas artes", como forma cultural elevada, y el resto de las manifestaciones visuales masivas y populares, los estudios visuales incorporan a sus análisis todas las formas de arte, el diseño, el cine, la fotografía, la publicidad, el video, la televisión o internet.

Además de estudiar qué son las imágenes, cómo se producen y circulan, y las implicancias sociales, culturales, políticas, subjetivas e identitarias de nuestro vínculo con ellas, el campo de los estudios visuales se centra en la cuestión de la mirada, en las prácticas de ver, en cómo se producen visibilidades e invisibilidades. Por eso nos dicen que prestemos atención al poder y los efectos de las imágenes en los espectadores -también llamados "sujetos visuales"-, teniendo presente: por qué las personas buscan información, pero también placer; qué los incita a mirar; por qué a veces los individuos no se pueden rehusar a ver; cómo se reacciona ante las imágenes; cuáles son los procesos que les permiten a las personas encontrar sentido en lo que ven. En estos procesos se involucra lo racional, lo visual, lo auditivo, lo sensitivo, lo estético, lo emocional.

Una particularidad del enfoque de los estudios visuales es que abandona la "metáfora maestra" de la lectura como modo privilegiado de abordar los acontecimientos visuales. Por eso afirman que las imágenes no son como "textos" que se "leen".

Dice Mirzoeff que si nos centramos únicamente en el significado lingüístico de las imágenes visuales, estamos negando un elemento que hace que estas sean distintas a los textos. Este elemento es la inmediatez sensual. Por ejemplo, dice este autor, ver la caída del Muro de Berlín televisada en directo provocó sentimientos que excedían absolutamente a las palabras.3 Hay algo que resulta un "exceso" al momento de ver; sensaciones como la intensidad, la sorpresa, la conmoción, el enmudecimiento, están en el corazón de la experiencia visual y esto no puede ser agotado recurriendo al modelo textual de análisis.

Si después de revisar los aportes de los estudios visuales nos dirigimos al ámbito de la educación, podemos abrir múltiples líneas de interrogación:

¿Cómo se ubica la escuela ante este mundo- imagen?

¿Es posible enseñar y aprender a mirar?

¿Cómo encarar esta tarea?

¿Cuál es la especificidad de una transmisión que toma como vehículo central a las imágenes? ¿Qué agrega, quita, modifica, el uso de imágenes a la hora de transmitir?

No deberíamos perder de vista que la escuela, hija de la imprenta y aliada del texto escrito, tendió a asumir una actitud de sospecha ante la cultura visual de masas, a la que consideró una competidora desleal, una mera distracción o entretenimiento. Debemos tener presente que Occidente ha privilegiado de manera sistemática a la cultura letrada, considerándola la más alta forma de práctica intelectual, y calificando como de segundo orden, empobrecidas, a las representaciones visuales. Por ejemplo, en los libros de texto, es usual ver a las imágenes cumpliendo una función ilustrativa, subordinada a las palabras.

Una educación que se haga cargo de la centralidad de la experiencia audiovisual en el mundo contemporáneo, se enfrenta al desafío de lograr que lo visual y lo sensual dejen de tener un estatuto inferior, denigrado, juzgado poco estimulante para el intelecto. Para ello, esta educación no tendría que concentrarse solamente en la dimensión textual de los mensajes audiovisuales, analizando discursivamente lo que dicen.

Preguntas tales como ¿por qué hay tanta avidez por ver? o ¿por qué la existencia tiende a asumir cada vez más el formato de lo visible?, no pueden responderse analizando solamente el contenido intrínseco de las imágenes.

El lenguaje de las imágenes en la educación
Para avanzar en el terreno de la educación de la mirada proponemos prestar atención a cuatro tópicos: la polisemia de las imágenes, su poder, la relación ver-saber y el vínculo de las imágenes con las palabras.

El poder de las imágenes.

Hay imágenes que nos hacen llorar; otras tienen la capacidad de hacernos estremecer de emoción y ternura; algunas pueden lograr que exclamemos, y otras, directamente, consiguen que apartemos la vista. Las imágenes nos provocan, despiertan reacciones, nos golpean; en síntesis, tienen poder. Son como unos "potentes prismáticos" que intensifican la experiencia e iluminan realidades que de otro modo pasarían inadvertidas.4 Por eso los estudiosos de la cultura visual insisten en que las imágenes son poderosos vehículos de transmisión de ideas, valores, emociones. Y cumplen muchas funciones: aportan información y conocimientos, generan adhesión o rechazo, movilizan afectos, proporcionan sensaciones, generan placer o disfrute. Según la historiadora del arte Laura Malosetti Costa, lo que le otorga primacía a las imágenes visuales en materia de aprendizaje es su poder de activación -de la atención, de las emociones- en el observador.

La polisemia.

Otro rasgo central de las imágenes es su ambigüedad, su polisemia, su apertura a múltiples significados nunca dados de antemano. Las imágenes no son transparentes ni unívocas:"No existe un significado único ni privilegiado frente a una imagen sino que esta renueva sus poderes y sentidos completándose en la mirada de cada nuevo espectador".5 Las imágenes tienden a escaparse de las generalizaciones que proponen los conceptos y suele resultar complicado -además de poco provechoso- pretender constreñir su interpretación. La polisemia de las imágenes puede llegar a explicar cierta sensación de falta de control o desorden en el trabajo pedagógico con ellas, sensación que es deseable animarse a transitar pues los resultados pueden ser insospechados.

La relación entre palabras e imágenes.

Muchas veces decimos que hay imágenes que nos dejan mudos o que nos sobrepasan; o que las palabras no alcanzan a dar cuenta de lo que una imagen sí puede. Pero también hay situaciones donde las palabras nos auxilian para entender, explicar y hacer hablar a aquellas imágenes que parecen ofrecer resistencia al entendimiento y la comprensión. Las palabras y las imágenes son irreductibles unas a otras pero, al mismo tiempo, están absolutamente intrincadas. Se cruzan, se vinculan, se responden, se desafían, pero nunca se confunden. Ambas se exceden y desbordan, y ahí radica la riqueza de su vínculo. Uno de nuestros desafíos es atravesar esta tensión sin reducirla. En ese sentido, es recomendable dejar un poco solas a las imágenes y no encerrarlas de inmediato en la prisión de algunas palabras; así podrán "transpirar" lo que tienen para transmitir. Pero tampoco se trata de abandonarlas a su suerte y, simplemente, guardar silencio. Entre el extremo del "puro silencio" y el de "las palabras que pretenden decirlo todo" hay en el medio muchos matices por explorar, sobre todo a la hora de pensar en la transmisión

La relación entre ver y saber.

¿Qué vemos cuando miramos?

¿Solo vemos lo que sabemos?

¿Es posible ver más allá de nuestro saber?

¿Lo que vemos interroga nuestros saberes?

Es cierto que nuestros saberes configuran nuestras miradas -el ejemplo más claro es que, frente a una misma imagen no todos vemos lo mismo. Pero también es posible que, ante una experiencia visual, nos encontremos "viendo" más allá de lo que sabemos o de lo que esperábamos ver: una imagen puede cuestionar nuestros saberes y desestabilizarlos. Es por esto que la simple pregunta "¿qué ves?" puede inaugurar recorridos inesperados. Para ello hay que darse un tiempo en el trabajo con imágenes. Además de proponer otro registro, otra textura, luminosidades y opacidades, las imágenes requieren de otros tiempos: ¿Cuál es el tiempo propio del "mirar"? ¿Cuánto dura? ¿Qué lugar ocupa allí el silencio, la espera? ¿Cómo se da un espacio para que sobrevenga la palabra?

En síntesis, si queremos trabajar pedagógicamente con imágenes debemos tener en cuenta sus poderes, que son polisémicas, ya que no todos vemos lo mismo cuando miramos. Que no hay otra alternativa que situarse en el cruce de palabras que faltan, sentimientos desbordantes, ideas desordenadas, sonidos ensordecedores y silencios. Se trata, junto con los alumnos, de enseñar y aprender a mirar, escrutando las imágenes desde distintos ángulos, desarmándolas y rearmándolas, imaginando con ellas y a partir de ellas; sin perder de vista que, del mismo modo que las palabras, las imágenes son colectivas y se comparten.

Si tenemos presente que lo visible es algo que se produce, y que al lado de toda visibilidad habrá siempre una invisibilidad, constataremos que al lado de toda pedagogía de la imagen habrá también una política construyendo una mirada -y no cualquiera- del mundo.


1 Mirzoeff, Nicholas, Una introducción a la cultura visual. Barcelona, Paidós, 2003, pág. 17.
2 Mitchell,W.J.T.,"No existen medios visuales", en Brea, José Luis (ed.), Estudios Visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Madrid, Ediciones Akal, 2005, pág. 25.
3 Mirzoeff, op. cit. pág. 37.
4 Buck-Morss, Susan, "Estudios visuales e imaginación global", en Brea, José Luis (ed.), Estudios Visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Madrid, Ediciones Akal, 2005, págs. 153-154.
5 Malosetti Costa, Laura,"¿Una imagen vale más que mil palabras?: una introducción a la "lectura" de imágenes", en Curso de posgrado virtual Identidades y pedagogía. Aportes de la imagen para trabajar la diversidad en la educación, Buenos Aires, Flacso, 2005.

martes, 5 de octubre de 2010

¿Aprendimos a mirar?


La historia cuenta que fue así...

Que los ojos siempre estuvieron, pero los primeros hombres y las primeras mujeres, no sabían bien para qué , ni por qué estaban.

Entonces se pasaban la vida sin mirarse...

Los dioses, más sabios, los más primeros, les enseñaron... y fue así que aprendieron...

Así aprendieron estos hombres y mujeres que se puede mirar al otro, saber que es y que está y que es otro y así no chocar con él, ni pegarlo, ni pasarle encima, ni tropezarlo.

Supieron también que se puede mirar adentro del otro y ver lo que siente su corazón. Porque no siempre el corazón se habla con las palabras que nacen los labios. Muchas veces habla el corazón con la piel, con la mirada o con pasos se habla. También aprendieron a mirar a quien mira mirándose, que son aquellos que se buscan a sí mismos en las miradas de otros. Y supieron mirar a los otros que los miran mirar.

Y todas las miradas aprendieron los primeros hombres y mujeres. Y la más importante que aprendieron es la mirada que se mira a sí misma y se sabe y se conoce, la mirada que se mira a sí misma mirando y mirándose, que mira caminos y mira mañanas que no se han nacido todavía, caminos aún por andarse y madrugadas por parirse. 

QUIERO RECUPERAR LA MIRADA, ESA QUE SE MIRA A SÍ MISMA Y SE SABE Y SE CONOCE, QUE SE MIRA A SÍ MISMA MIRANDO Y MIRÁNDOSE, QUE MIRA CAMINOS Y MIRA MAÑANAS...QUE NO SE HAN NACIDO TODAVÍA, CAMINOS... AÚN POR ANDARSE Y MADRUGADAS... QUE INVITAN A PARIRSE. 

martes, 21 de septiembre de 2010

“…es lo único que quiero que se diga de mí, que fui una buena maestra…” “…una maestra que se formó en el amor a la escuela activa y democrática.”



Caminos de Tiza

Vienen de lejos
caminos de tiza,
abriendo surcos

este oficio labrador;
somos maestros,
y es nuestra honra,
ni son todas rosas,

ni todo es desazón.
Que viva la escuela
que la escuela viva,
que sea sostén
trampolín a la vida;
una usina de ideas,
el lugar del asombro,
el punto de encuentro
de entrega y de amor.
Es cada día
una aventura
aprender a enseñar,
enseñar a aprender
reconocernos
como necesarios
con derecho a crecer
para hacer crecer.
¡Que viva la escuela,
que la escuela viva!

de Mirta Goldberg.

sábado, 4 de septiembre de 2010

"ENSEÑAR LENGUA"





Materiales educativos: aguzar la mirada.

Los materiales o recursos educativos pueden ser definidos como aquellos textos en diferentes soportes que se utilizan en las prácticas de enseñanza para posibilitar la ampliación, ejemplificación o complementariedad de un aspecto, actividad o contenido educativo. Podemos acordar, más allá de que en algunos casos las fronteras son difusas, que la diferencia entre un material educativo y un material didáctico es el procesamiento de los contenidos: en estos últimos se pretende no sólo transmitir información sino que el destinatario aprenda y comprenda las temáticas. Existe en el material didáctico una transposición del texto científico o artístico a un texto instruccional con el propósito no sólo de comunicar información sino de poder enseñar un contenido (Chevallard, Y. “La transposición didáctica: del saber sabio al saber enseñado”)

En los actuales escenarios en los cuales los múltiples lenguajes de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías gravitan poderosamente en nuestras formar de pensar, actuar y relacionarnos, la integración de diversos materiales en las propuestas educativas más que una opción se presenta como una necesidad. Aunque ya Comenio en el siglo XVII, y lejos del auge de los múltiples afabetizaciones, profesaba que “las cosas que entran por los oídos tienen un camino más largo y conmueven menos que aquéllas que entran por los ojos, que son testimonios más seguros y más fieles” (citado por Szir, S. en “Infancia y cultura visual. Los periódicos ilustrados para niños 1880-1910”). Es innegable que estamos viviendo una transformación cualitativa en lo que hace a las formas de representar y transmitir información que cuestiona el privilegio de lo inteligible sobre lo sensible, que socava la hegemonía que durante décadas tuvo en la escuela la lógica de la escritura por sobre la lógica de la imagen.
En tal sentido , nuevas perspectivas semióticas ponen en tela de juicio la primacía de la expresión verbal, postulándose un cambio desde “una teoría que sólo dio cuenta del lenguaje hacia una teoría que pueda dar cuenta de la gestualidad, el habla, las imágenes, la escritura, objetos tridimensionales, colores, música, entre otros modos de expresión” (Kress, 2003).
Estamos en presencia de textos multimodales y en ellos , sostiene James Gee (“lo que nos enseñan los videojuegos sobre aprendizaje y alfabetismo”,2005),las imágenes comunican cosas diferentes a lo que comunican las palabras, su combinación brinda la posibilidad de comunicar cosas “que ninguno de ellos podría comunicar por separado”… “tanto los modos como la multimodalidad van más allá de las imágenes y las palabras, para incluir sonidos, música, movimiento, sensaciones físicas y hasta olores”.
Tal como afirma Edith Litwin en “Ver, conocer, comprender” “una visión amplia y compleja del conocimiento reconoce sus aspectos emocionales y afectivos e intenta evitar una distinción dicotómica entre cognición y afecto generando una nueva concepción de mente y reconociendo el lugar que en el conocimiento juegan todos los sentidos”. La incorporación de diversos materiales educativos permite nutrir nuestras prácticas pedagógicas desde esa visión más amplia, además de favorecer la motivación de los alumnos, incluir múltiples voces y representaciones de la realidad en el trabajo del aula y posibilitar la apropiación de herramientas culturales presentes en la sociedad.
Los recursos multimediales que ofrece el portal Educ.ar presentan diversos contenidos educativos desde una perspectiva didáctica, más allá de que se logre una eficaz transposición.
Les propongo mirar en profundidad el CD “Había una vez un país… en el sur” de la colección Educ.ar (CD 18)


Distintos especialistas han elaborado marcos teóricos que permiten orientar la mirada de un determinado texto o producto desde una perspectiva crítica. Van Leeuwen y Kress(2001) para el análisis de un texto multimodal proponen lo siguientes estratos analíticos: Discurso (tema o contenido abordado que contempla intencionalidad, intertextualidad, contexto), Diseño (la forma, configuración de discursos y modos), Producción (soportes, sustancia material que vehiculiza el tema y formas del diseño) y Distribución ( circulación). Por otra parte David Buckingham plantea cuatro conceptos clave para analizar “toda gama de medios contemporáneos”: Producción, Lenguaje , Representación y Audiencia. Más allá de los distintos matices lo importante de estos postulados teóricos es que nos orientan hacia lo sustancial: aguzar la mirada como educadores (y actores sociales) para discernir quién comunica qué cosa, cómo lo hace, para qué y para quiénes.
En este recorrido por el recurso nos ayudará a “aguzar la mirada” la propuesta comunicativa de las aplicaciones multimedia educativas de Gutiérrez Martín ( 2004) que contempla cinco dimensiones:

Dimensión Técnica
El recurso puede ser navegado on line o a través de la lectura del CD lo que amplía las posibilidades de acceso en las escuelas que no tiene conectividad. Desde la página de inicio el recurso se presenta con claras instrucciones para su navegación (desde la barra inferior se ofrece el mapa del CD e instrucciones de cómo usarlo). No exige grandes prestaciones del sistema , tanto el docente como el alumno pueden recorrerlo con facilidad.

Dimensión estética
El diseño de pantalla, el tipo de letras, las imágenes y distribución de la información hacen que sea una presentación accesible y clara. Sabemos que entre los materiales impresos y digitales hay continuidades y rupturas, en este recurso prevalece la continuidad con la lógica analógica: más allá del recorrido hipertextual predomina el texto verbal escrito y la imagen fija, con la incorporación de escasos soportes audiovisuales( entre ellos los videos ofrecidos en el Banco de Recursos)
Dimensión interactiva
Esta aplicación multimedia establece con el usuario un tipo de interactividad mínima en cuanto al diálogo con el programa: tan sólo plantea la opción de saltar de una pantalla a otra e ir eligiendo los temas que proporciona el sistema. Sí se propone una mayor implicación del usuario en la comunicación educativa en el trabajo del aula, al solicitar realizar determinadas tareas que debe resolver con su grupo de pares y la orientación del docente.
La evaluación y monitoreo del aprendizaje no queda en manos de la máquina sino del docente. Propone un modelo comunicativo bidireccional en el cual el alumno es receptor y emisor pero no en el diálogo con la aplicación sino en la situación de aula y en el trabajo colaborativo con compañeros y docente.
La estructuración y secuenciación de contenidos es bastante lineal: posee tres grandes ejes para su recorrido presentados en la página de inicio: “Información general sobre la Argentina”, “Actividades para el aula y efemérides” y “Recursos”. La escasa interactividad que demanda la aplicación puede resultar poco atractiva para los alumnos si el docente no realiza algunas estimulaciones previas y durante el desarrollo de los temas.

Dimensión didáctica
Posee índices y estructura clara de los contenidos, ejercicios de comprensión y propuestas de trabajo en grupo para resolver con el grupo de pares y con el docente.
El CD se presenta como“un conjunto de materiales que acercan a la comunidad educativa conocimientos básicos sobre la creación y confromación de la Argentina. Es un banco de recursos teóricos y multimediales para trabajar con los alumnos en las aulas”. El objetivo es tan amplio como lo es el público destinatario. Esto hace que en una misma sección algunos enunciados se dirijan al alumno y a continuación apelen al docente, lo cual vuelve confuso el desarrollo de la lectura y la coherencia de lapropuesta.Ejemplo:
2. Como conclusión, escriban un texto breve, de diez renglones aproximadamente, que sintetice por qué se produjo la Revolución de Mayo. Para hacerlo, deberán relacionar las múltiples causas identificadas anteriormente.
Los objetos aparecen como significativos para los chicos en la medida en que haya alguien, generalmente un adulto, que les otorgue significado, y que además genere un espacio y diferentes oportunidades para que los chicos puedan apreciarlos. Los objetos pasan entonces a formar parte de un texto a ser leído e interpretado por los chicos.
Esta intención de cubrir diversos destinatarios en una misma aplicación (docentes, alumnos de primaria, secundaria, comunidad educativa) sin una clara organización pone en riesgo, por momentos, la adecuación pedagógica específica que requiere cada edad y nivel .
El recurso se presenta como una fuente de información y facilitador del aprendizaje colaborativo y la comunicación interpersonal si las actividades propuestas son desarrolladas con una presencia activa del docente para articular los contenidos con aprendizajes previos, brindar marcos introductorios, complementar información, reformular actividades y evaluar la apropiación de conocimientos.
La organización en tres ejes (“Información general sobre la Argentina”, “Actividades para el aula y efemérides” y “Recursos”) y luego en subtemas evidencia una organización simple y clara del contenido . Sin embargo la “Información general sobre la Argentina” muestra aspectos genéricos que en muchos casos requerirán la intervención pedagógica del docente para aclarar o vincular conceptos. Por ejemplo, en el caso del marco conceptual que se ofrece sobre Estado, País, Nación, la complejidad de estos temas hace ineludible esa mediación pedagógica. Lo mismo sucede cuando se introducen como marco teórico las “Ficciones orientadoras” de Nicolás Shumway o con el conjunto de textos explicativos y jurídicos presentados en el apartado “Leyes y Gobierno”: su compleja lecturabilidad demanda una adecuación y contextualización pedagógica.


Dimensión ideológica
Sabemos que toda selección , cada enfoque y cada tratamiento de un tema involucra una determinada concepción del aprendizaje y una ideología implícita. Este recurso, como cualquier libro de texto, documental o material educativo o didáctico, innegablemente también, por más que sea un producto del portal educativo del Estado argentino. Muchas veces los docentes se apropian de estos materiales y los introducen sin demasiados cuestionamientos en sus prácticas educativas descansando en la acreditación que le otorga el hecho de ser producidos por el Ministerio del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación.
Sería pertinente ante cada producto preguntarse por la selección y recorte de los temas abordados así como por las ausencias de otros. Preguntarse por la elección de las imágenes y elementos multimediales, las actividades propuestas, con una mirada aguda sobre las representaciones, estereotipos y valores subyacentes en el desarrollo de sus contenidos. En este recurso de la colección Educ.ar es llamativo ver que en el recorte de contenidos sobre la conformación de nuestro país y dela identidad nacional no está representada la historia de los grupos indígenas, ni de las voces de los caudillos , ni la campaña al desierto, ni se indaga sobre algunas personalidades complejas y fundamentales de nuestra historia: Rosas, Urquiza, Moreno, Dorrego, etc. Un ejemplo de ello es el tratamiento superficial de la polémica figura de Sarmiento : una sección se limita a proponer “revisar los datos sobre educación recogidos por el censo nacional de 1869 y conocer los pasos que siguió Sarmiento para orientar su obra de gobierno” y en otra se convoca a mirar “la diferencia que encontraba Sarmiento entre las grandes ciudades y el campo argentino”. Nada permite indagar ni invitar a reflexionar sobre el protagonismo de las minorías ilustradas y el proyecto liberal etnocéntrico que contó la historia oficial y ocultó la de las mayorías populares.
Si bien en la actividad “Independientes por triplicados” se introduce una actividad que muestra el acta de la independencia impresa en castellano, quechua y aymara, los temas conflictivos sobre la ocupación de territorios indígenas, su cultura y la pugna de derechos, son omitidos.
Cabe destacar un intento puntual de atender a la diversidad cultural: la introducción del video del Himno Nacional Argentino en lenguaje de señas.
De igual manera agucemos la mirada: más que materiales para enseñar necesitamos recursos para aprender, que inviten a participar y construir conocimiento, que convoquen a comparar, interpretar, analizar, a confrontar posturas y visiones del mundo.


Para continuar reflexionando sobre esto, quisiera compartir una anécdota de Oscar Wilde , referida por Santiago Kovadloff en una conferencia del “Segundo Congreso Iberoamericano de Educación y Nuevas Tecnologías” de EDUCARED.


Cuando Wilde llegó por primera vez a Nueva York y un grupo de empresarios le presentó por primera vez el teléfono anunciándole las potencialidades de esta tecnología inédita le explicaron que si él levantaba ese tubo, se lo ponía en el oído, movía la manivela y discaba, en menos de un minuto estaba hablando con Boston. Wilde se quedó pensativo y al rato dijo: "Y dígame, ¿hablando de qué?".
Los materiales educativos, como toda tecnología, seguramente son sumamante valiosos, la cuestión es interrogarnos siempre sobre el para qué. Una vez más: la innovación no está en la herramienta si no su uso .

lunes, 9 de agosto de 2010

PROBLEMAS DE APRENDIZAJE. ¿Hasta dónde es posible llegar?

El artista rumano Istvan Banyai es el ilustrador e autor creador de Zoom una una historieta muda a la que nos podemos referir tranquilamente como “arte secuencial”, el término “arte secuencial” a veces se utiliza como una alternativa a los más usuales “historieta” o “comic” para referirse a una colección de viñetas que cuentan una historia a medida que se avanza de una a otra.
“Una cámara se acerca paso a paso a nuestro planeta: y descubre mundos cada vez más pequeños, uno dentro del otro, y uno aún más diminuto dentro del anterior. ¿Hasta dónde es posible llegar? Hasta donde tú quieras. Un libro que se adentra en la imaginación”

El autor narra una historia de personajes encerrados dentro de ilustraciones dentro de otras que en un bucle sin fin podrían repetirse infinitamente. Una interesante idea que se puede aplicar a otros ámbitos de trabajo.


viernes, 30 de julio de 2010

APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO Y SUS DIMENSIONES.

SECUENCIA DE FOTOS PARA LA NARRATIVA DEL ENCUENTRO.
La secuencia de imágenes se puede utilizar con un sentido narrativo y aplicarlo a formas periodísticas.
Se puede presentar la secuencia de imágenes como una CRÓNICA, o sea como el relato cronológico que describa un evento o suceso.
Como una COMPARACIÓN, en la que utilizaremos la imagen para contrastar dos aspectos diferentes de un tema.
Como una descripción de CONTEXTO y DETALLES, que permita describir una situación en la que el interés esté dado en poder mostrar el ambiente, la situación general y luego focalizar en ciertos detalles.
Y también se puede utilizar la secuencia de imágenes para realizar un REPORTAJE FOTOGRÁFICO COLECTIVO, que utilice algún aspecto de la imagen como hilo conductor.

CONCLUSIONES DEL ENCUENTRO.








miércoles, 14 de julio de 2010

TRABAJO Nº 1

Las siguientes respuestas del diagnóstico o sondeo deberán ser presentadas por escrito, en archivo adjunto que tenga como titulo: Nombre y apellido - TPP nº..
Envía todas las preguntas o inquietudes que sean necesarias.

DIAGNÓSTICO O SONDEO DE OPINIÓN.

CONSIGNAS
1. ¿Qué significado/s le adjudicaría al término APRENDIZAJE?
En el blog, en el video de "Aprendizaje significativo", cómo aparece el cuerpo, el espacio y el tiempo, en relación con el aprendizaje?
2. ¿Qué relación/es podría establecer entre: APRENDER- ENSEÑAR- SABERES-CONOCIMIENTO- ARTE- TECNOLOGÍA- CULTURA- LENGUAJES?

Vygotski, Lev S. - Pensamiento y lenguaje [1934]

miércoles, 30 de junio de 2010



En el texto “Evaluación de la comunicación en las aplicaciones multimedia educativas” Gutierrez Martín hace referencia a que los sistemas multimedia interactivos pueden favorecer la comunicación y los aprendizajes significativos.
El autor, recuperando los aportes de la psicología genético cognitiva ( Piaget, Bruner, Ausubel, etc) , señala que frente a la limitación que posee el diseñador de saber los conocimientos previos de los alumnos, sus disposiciones subjetivas y estilo de aprendizaje, la función del docente es fundamental.
Es el docente quien, más allá de ampliar o complementar la información que ofrece el material multimedia, debe adaptar esa información a la estructura cognitiva de los alumnos, a sus experiencias, sus formas de aprender, contextualizando didácticamente la aplicación.
Esto me recuerda lo que plantea James GEE en “Lo que nos enseñan los videojuegos sobre aprendizaje y alfabetismo” (Ed. Aljibe: Málaga, 2005) sobre “ámbitos semióticos “ y “significados situados”. Este autor señala que “para comprender o producir cualquier palabra, símbolo, imagen artefacto en un ámbito semiótico dado una persona tiene que ser capaz de situar el significado de esa palabra, símbolo, imagen o artefacto…”. Sostiene que “en cualquier ámbito semiótico el aprendizaje implica fundamentalmente aprender a situar (construir) significados para ese ámbito concreto en la clase de situaciones que implica.”
Sucede muchas veces que una aplicación multimedia, un texto, un video, etc, son utilizados como material educativo pero el docente no propicia el situar significados, el reconocer las características propias del ámbito semiótico que se está abordando. Gee plantea el ejemplo de los estudiantes de Física que saben las leyes de Newton pero no saben responder correctamente cuántas fuerzas actúan sobre una moneda arrojada al aire (ejemplos como éstos, propios y ajenos, abundan no?.)
Recuerdo una experiencia que tiene que ver con este tema…Luego de ver en familia la película Apocalypto , tan denostada merecidamente por el modo de representación de la cultura maya , mi hija me preguntaba si era cierto que los mayas sacrificaban personas y habían sido guerreros tan crueles.

Obviamente no recordaba nada de los contenidos sobre esta cultura abordados tiempo atrás en la escuela y, que además, había aprobado satisfactoriamente. Esto sucede asiduamente con los aprendizajes escolares. Y quizás sea porque, tal como plantea Gee, no se los sitúa, no se los relaciona con su ámbito semiótico.
Esa misma película , más allá de su cuestionada focalización de la historia, contextualizando el tema, situando significados, podría ser un recurso para confrontar posturas y visiones, para vincular con otros soportes que amplíen la riqueza de la cultura maya , que permitan percibir y comprender las cosas que no están dichas, los estereotipos, la ideología que trasunta, las cosas que están tergiversadas.
Cuando se utiliza cualquier material en el ámbito educativo si el alumno no es acompañado por el docente para situar esta producción en su ámbito semiótico, si el docente utiliza ese recurso sin reconocer la estructura cognitiva del alumno y su disposición subjetiva, seguramente esa experiencia multimedia tendrá tan sólo, (aunque no por ello deja de ser válido) la significatividad de un paseo lúdico y sensorial.

Como afirma Perkins en su "Teoría Uno ": la gente aprende más cuando tiene una oportunidad razonable y una motivación para hacerlo y eso depende de las siguientes condiciones: claridad informativa, práctica reflexiva, realimentación informativa y fuerte motivación extrínseca e intrínseca. Y seguramente los docentes podemos ser los propiciadores de esa oportunidad razonable y de esa motivación necesaria.

lunes, 28 de junio de 2010

TPP







RECURSO: SLIDE http://www.slide.com

Este sitio, al igual que Youtube o SLIDEshare, permite subir imágenes (fotos) y crear presentaciones, a modo de álbumes de fotos, con efectos de transición, diseñados con marcos o “temas” y efectos varios.
Para su utilización hay que crearse un usuario y registrarse. Luego se suben las imágenes y se elije el estilo de presentación. Luego se puede copiar el código para incorporarlo a una página Web o publicación, lo cual permite que esta presentación se visualice en el sitio propio, sin estar cargando en él las imágenes.

Para utilizar SLIDE.com entramos en el sitio (http://www.slide.com/) y deben registrase para tener su propio usuario y contraseña y su propio espacio. Para realizar esto hacen clic en REGISTRARSE y colocan su nombre, mail y contraseña.

Luego haremos el UPLOAD, para cargar las imágenes que queremos que se vean en nuestra presentación. Si bien SLIDE luego reducirá automáticamente el tamaño de las imágenes conviene ya SUBIRLAS en un tamaño reducido para que este proceso no tarde mucho tiempo.
Luego podemos elegir las transiciones y la "escenografía" en la que se mostrarán las imágenes. Podemos dejar a la vista o no los pies de las fotos, y reordenarlas. Cuando estamos conformes podemos hacer un preview y si está bien las PUBLICAMOS. Luego debemos tomar el CODIGO que copiaremos y pegaremos en el campo del contenido o del copete en modo CODIGO <>.
La secuencia de imágenes se puede utilizar con un sentido narrativo y aplicarlo a formas periodísticas. En algunos casos no se refiere estrictamente a géneros periodísticos pero si a figuras narrativas, como pueden ser la comparación, el contexto y detalle, el hilo conductor.
Se puede presentar la secuencia de imágenes como una CRÓNICA, o sea como el relato cronológico que describa un evento o suceso.
Como una COMPARACIÓN, en la que utilizaremos la imagen para contrastar dos aspectos diferentes de un tema.

Como una descripción de CONTEXTO y DETALLES, que permita describir una situación en la que el interés esté dado en poder mostrar el ambiente, la situación general y luego focalizar en ciertos detalles.

Y también se puede utilizar la secuencia de imágenes para realizar un REPORTAJE FOTOGRÁFICO COLECTIVO, que utilice algún aspecto de la imagen como hilo conductor.

lunes, 7 de junio de 2010

QUIERO TU OPINIÓN...!!! CINE DEBATE.

Tarea individual para debatir.

Observa y escucha los links de las películas que te presento en el blog. Sería fantástico que pudieras verlas a todas. Pero de no ser posible, elije una o dos para poder analizarlas.

"ESCRITORES DE LA LIBERTAD"
"EL TRIUNFO DE RON CLARK"
"ENTRE LOS MUROS"
"MENTES PELIGROSAS"
"THE HISTORY BOYS"
"Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera"
"LA OLA"

Deja un comentario en el blog, desde tu mirada, sobre alguno de los temas que plantean estas películas...

http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/analizarsugerencias.htm

Analizar la estructura de la película

Actividades que se pueden realizar

Reflexionar sobre las ideas principales.

Hacer un mapa conceptual, o un gráfico, en el que se refleje el contenido temático de la película. Normalmente puede haber varias historias paralelas que confluyen en ciertos momentos. Se comprende mejor si se hace el gráfico.
Elegir, si es posible mediante debate en grupo, la idea central que se pretende transmitir.
Expresar cómo han influido, reforzando o limitando, los elementos técnicos (encuadres, planos, música...), para presentar mejor o peor la idea central.
¿Ha influido personalmente en algo la película?. ¿Les ha enseñado algo?. ¿Tiene que ver la película con algún contenido de los estudios o de la vida familiar o privada? ¿Se ven reflejados en algún personaje de la película?. En todos los casos, razonar y explicar la respuesta.

Analizar los personajes desde sus relaciones
Hacer una breve semblanza o perfil de las actitudes de cada personaje. Compararlo con personajes conocidos, noticias de actualidad o situaciones que tu conozcas. Todo lo realizado se puede plasmar en un mural o en un resumen con vistas al dossier final.

Analizar los valores

Ej: ¿Amistad es tapar todo?. Sugerencias.

¿Que es la fidelidad a los amigos?

¿Que es la fidelidad en el amor?

.Contar casos conocidos en los que se da una relación verdadera o falsa de amistad. .Dejar constancia por escrito para el dossier final.
.Analizar los conceptos de corrupción y de respeto a la vida humana.
.Recortar noticias de periódicos que tengan que ver con la corrupción, la falta de respeto por la vida, etc, y otros que tengan relación con sucesos en los que la vida se respete, se haga algo por los demás, etc. Nombrar varias Organizaciones no gubernamentales (ONG) que conozcas y que se dediquen a salvar vidas o propicien el derecho a ella. Realizar un mural con todos los datos obtenidos.

Evaluación

Si seguimos el proceso completo de aprendizaje, la evaluación comparte la misma actividad del alumno: se puede apreciar su participación en los debates, la adquisición de conocimientos, estimados a corto o largo plazo, y la motivación creciente hacia la imagen cinematográfica y el análisis personal que cada alumno realiza.

No obstante, es conveniente producir ejercicios que puedan dejar constancia de los logros. Murales, redacciones, búsqueda de datos, investigación de hechos a través del cine, etc, que pueden complementar los procesos de aprendizaje y al mismo tiempo servir de elemento de control de comportamientos adquiridos.

En cuanto a la información para evaluar es de fundamental importancia la elaboración del dossier final, en la que consten todos los pasos seguidos, la recopilación de las actividades y sobre todo, la valoración personal y/o en grupo del desarrollo del proceso. Se puede añadir la presentación y defensa individual y/o en grupo ante toda la clase del trabajo realizado.
















Alemania hoy. Durante la semana de proyectos, al profesor de instituto Rainer Wenger (Jürgen Vogel) se le ocurre la idea de un experimento que explique a sus alumnos cuál es el funcionamiento de los gobiernos totalitarios. Comienza así un experimento que acabará con resultados trágicos.

En apenas unos días, lo que comienza con una serie de ideas inocuas como la disciplina y el sentimiento de comunidad se va convirtiendo en un movimiento real: LA OLA. Al tercer día, los alumnos comienza a aislarse y amenazarse entre sí.

Cuando el conflicto finalmente rompe en violencia durante un partido de water polo, el profesor decide no seguir con el experimento, pero para entonces es demasiado tarde, LA OLA se ha descontrolado...


Sinopsis "LA OLA"

Rainer (Jürgen Vogel) está enfadado. Al este profesor de instituto le ha tocado el tema de la Autocracia para los proyectos de la próxima semana. No es realmente su tema preferido. Habiendo sido en su juventud un ocupa en Berlín y habiendo participado en numerosas manifestaciones de izquierda, Rainer prefiere enseñar las ideas tras la anarquía. Pero su colega, el Dr. Wieland, se niega a hacer el cambio.

Mientras tanto, en el grupo de teatro se desarrolla un gran drama, pero no sobre el escenario precisamente. Los ensayos para la obra “The Visit,” de Friedrich Dürrenmatt, amenanzan con terminar de desorganizarse completamente.

El director Dennis (Jacob Matschenz) está a punto de rendirse ante sus actores, mientras que la actriz principal Karo (Jennifer Ulrich) mantiene una lucha férrea con el payaso de la clase Ferdi (Ferdinand Schmidt-Modrow), quien se niega a ajustarse al guión.

En la piscina del instituto, Marco (Max Riemelt) golpea el agua con furia. El partido de polo está resultando todo un desastre. No importa cuán duro practiquen y entrenen, no hay forma de progresar frente a los otros equipos, y el entrenador no hace más que pedirles que por una vez jueguen como un equipo. La moral de Marco está por los suelos. Tampoco le apetece volver a casa con su madre alcohólica y su nuevo amante, así que echa todo el tiempo que puede en casa de su novia Karo. Al menos ella tiene una familia real, un hogar estable. A pesar de que Marco y Karo han estado discutiendo recientemente, cuando llega el fin de semana, no faltan a su cita en su club favorito, el "Casino," el lugar al que van todos los chicos del instituto seniors.

Lunes. El Grupo de Autocracia tiene un comienzo complicado. Todos están más que hartos de discutir el fascismo, un tema perenne en las escuelas alemanas que solamente consigue enojar a la clase. "Vale sí, los Nazis eran una mierda. Ya hemos captado el mensaje." Entonces alguien comenta algo que despierta una reflexión en Rainer. "¿Así que no creeis que otra dictadura sea posible en Alemania?" En ese mismo momento, decide llevar a cabo un experimento con la clase. En primer lugar, necesitan a un lider, una figura de autoridad. Ordena a los alumnos que le llamen "Mr. Wieland" desde ese mismo momento, y siempre dirigirse a él en pie. De un momento a otro la clase se infunde de disciplina y concentración. Rainer les apremia a la "fuerza a través de la disciplina." Kevin (Maximilian Mauff) rechaza las reglas del juego y es expulsado de clase. Esta nueva energía absorbe incluso a no miembros de la clase, como Tim (Frederick Lau).

Martes. "Buenos dóas, Mr. Wenger!" Rainer no puede creer lo que ve. En vez de caos y ruido, tiene ante sí una clase ordenada y de comportamiento impecable. A continuación, ofrece el eslogan del día, “fuerza a través de la unidad.” Los alumnos con notas malas son sentados al lado de otros alumnos con mejores resultados, ya que "si todos trabajamos juntos, seremos más fuertes." La clase acoge la sugerencia de introducir un uniforme de camisa blanca con entusiasmo.

Miércoles. Karo no sabe qué esta pasado. Ella ha sido la única que no ha respetado el código de vestimenta, y es que no le gusta el blanco, y ahora se siente como una oveja negra entre la gente de su clase. Normalmente, es ella la que corta el bacalao en la clase, pero ahora de repente, se ve relegada a un lado, ¡por una simple camisa! Su incomodidad crece más y más durante la clase. Cuando los alumnus recogen sugerencias para dar un nombre al movimiento, Karo es claramente ignorada. El hecho de que sea la sugerencia, LA OLA, de su novio la que salga elegida no hace mas que empeorar las cosas. Sintiéndose insultada, Karo comienza a replegarse. No puede ya ni confiar en su mejor amiga, Lisa (Cristina Do Rego): "¿Estáis todos contra mi ahora, con vuestras camisas blancas camisas blancas?"

La energía de LA OLA comienza a extenderse por el grupo de teatro y el equipo de water polo equipo también. En lugar de competir entre ellos, de repente los chicos comienza a cooperar entre sí. Su espíritu de equipo resulta infeccioso. El entusiasmo de los miembros de LA OLA es imparable: Sinan (Elyas M’Barek) diseña un logo para ellos. Tim les crea un sitio web, montan su propio blog en MySpace. LA OLA va ganando fuerza. Rainer lo llama "Fuerza a través de la acción," un lema que sus seguidores no tardan en hacer realidad: en una sola noche llenan las paredes de la cuidad con graffittis con su logo. "Esta es nuestra señal !Vamos a darle la vuelta a esta ciudad como una ola!"

Jueves. LA OLA se ha adueñado de toda la escuela. Con orgullo, Sinan y Bomber (Maximilian Vollmar) enseñan a Rainer el saludo de LA OLA que han ideado. "Todos los grupos tienen su saludo ¿no? Como el Poder Negro." Cuando Karo ve que a los alumnos que no hacen el saludo se les niega el acceso a la escuela, decide que ya ha tenido bastante. En ese momento, se enfrenta a Rainer: "!Todo esto se ha descontrolado!" Rainer a su vez está teniendo problemas familiares. Su esposa, Anke (Christiane Paul), esta furiosa con él. En la sala de juntas están reunidos hablando sobre el propio Rainer. Cuando Tim aparece para ofrecerse como guardaespaldas personal de Rainer, él mismo comienza a darse cuenta de que las cosas han ido demasiado lejos y de que está perdiendo el control de LA OLA.

Viernes. La clase se rebela. Durante la noche, alguien ha distribuido flyers con el lema de "Paremos LA OLA!" por toda la escuela. Las sospechas recaen inmediatamente sobre Karo. Pero primero tienen que ocuparse del partido de water polo contra otro instituto. El equipo tiene las gradas llenas de seguidores. Por todos lados pueden verse camisas blancas. La atmósfera es perfecta, el equipo se entrega al cien por cien, están ganando el partido. De repente, el clima se descontrola. Karo y Mona (Amelie Kiefer) se han colado en el partido y empiezan a repartir folletos de "Paremos LA OLA!" por todas partes. En ese momento todo se descontrola. Surge una pelea entre los alumnos del instituto rival y entre los propios jugadores en el auga. El árbitro cancela el partido. Marco no puede creer lo que ha sucedido y se enfrenta a Karo: "!Habríamos ganado si no lo hubieras estropeado todo!" En su furia, le golpea. LA OLA se ha convertido en un monstruo. Asombrado por su propia reacción, Marco acude a casa de Rainer y le suplica que ponga fin al experimento. "!La he golpeado simplemente por estar en contra de LA OLA, y eso que la quiero!" LA OLA se ha descontrolado completamente. Rainer se da cuenta de que todo ha ido demasiado lejos, pero ¿cómo parar LA OLA? ¿Conserva él aún el poder para parar este movimiento?.

"ESCRITORES DE LA LIBERTAD"



http://pilaresbasicos.blogspot.com/2008/02/escritores-de-la-libertad-freedom.html

SABER ESCUCHAR

Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera...¿QUÉ ES APRENDER.... QUÉ ES ENSEÑAR?

Técnicas grupales, coordinación y juego

La paradoja de las técnicas grupales es pensar en una instalación que permita situar sin sitiar, no caer en la automatización, la reproducción simplificada de un proceder por más que alguna vez haya operado como intervención desinstaladora. Las intervenciones grupales podrían pensarse como desinstalación de formas instituidas, para salir de la costumbre, lo naturalizado, lo habitual, que nos sumerge en la resignación.

El juego puede ser un estado de vinculación que sortee los rituales de interacción instituido, suscita inquietud, sacude conductas adormecidas, invita a situarse en otro punto de vista, es una forma de resistencia a las costumbres.

Pavlovsky [1] se pregunta : “¿cómo puedo interpretar un juego si yo no juego?, ¿Qué teoría puede avalarme si sólo estoy mirando una escena que otro hace y yo observo neutralmente?” Las defensas rígidas, sostiene, impiden jugar. “El que no quiere jugar porque se cree maduro es el paciente empobrecido en su vida. Son estructuras fuertemente narcisistas. La sola posibilidad de jugar roles que contengan aspectos rechazados de su personalidad los paraliza.” Dice que “el sistema impide el rescate de ese margen de libertad que el hombre posee para convertirse en revolucionario y/o en creador”.

Winicott[2], sostiene que la psicoterapia está relacionada con dos personas que juegan juntas: paciente y terapeuta. La labor del terapeuta se orienta a llevar al paciente, de un estado en que no puede jugar, a uno en que le es posible hacerlo. Aprender a jugar es crear. El juego es terapéutico . “La curación sería la posibilidad de dejar de repetir los gestos de la infancia paralizadores de la creación, en la transferencia, e intentar superarla a través de un juego mutuo con el terapeuta, juego liberador que daría un movimiento inédito de creación, de libertad”. Comenta que el adulto deja de jugar renunciando a la ganancia de placer que extraía del juego. Pero como dice FREUD “En verdad, no podemos renunciar a nada; sólo permutamos una cosa por otra; lo que parece ser una renuncia es en realidad una formación de sustituto o subrogado. Así, el adulto, cuando cesa de jugar, sólo resigna el apuntalamiento en objetos reales; en vez de jugar, ahora fantasea.

Las técnicas grupales pretenden hacer aparecer algo latente, oculto. Heidegger[3] dice que la técnica es la base capaz de desocultar pero existe el riesgo de no saber que es lo oculto que ha de manifestarse. Las técnicas son universales pero los grupos son heterogéneos y los estereotipos limitan. Por ello el problema de la técnica es la automatización, la reproducción simplificada, su uso asociado a prescripciones, búsqueda de efectos y resultados anticipados.

Para Percia, un coordinador no debe aplacar lo múltiple, ya que en la unidad cada persona encuentra las diferencias. No debe ser un modelo, ni mostrarse como tal, recordemos que los integrantes de un grupo no son espectadores. Tampoco debe ubicarse en el rol de líder. Se trataría de desprenderse de la “pretensión unificante para escuchar la unidad como un decir fragmentario”.[4]

Pichón Riviere considera que el trabajo del coordinador consiste en esclarecer, a través de señalamientos e interpretaciones, las pautas estereotipadas de conducta que dificultan el aprendizaje y la comunicación, toda interpretación debe ser efectuada para mejorar el nivel de operatividad de un grupo. Cumple el papel fundamental de facilitar la comunicación y el aprendizaje, participando activamente en la construcción del conocimiento.


[1] Pavlovsky, E. (1982), “Reflexiones sobre el proceso creador”, en Proceso creador, terapia y existencia

[2] Winnicott, D. (1993), “Capítulos 3 y 4”, en Realidad y Juego.

[3] Heidegger, M. (1994), “Cap. 1. La pregunta por la técnica”, en Conferencias y artículos.

[4] Percia, M. (1997), “Cap 3. Unidad en lo grupal y unificación en el pensamiento”, en Notas para pensar lo grupal.

jueves, 3 de junio de 2010

MIRADAS...


Así aprendieron estos hombres y mujeres que se puede mirar al otro, saber que es y que está y que es otro y así no chocar con él, ni pegarlo, ni pasarle encima, ni tropezarlo.
Supieron también que se puede mirar adentro del otro y ver lo que siente su corazón.
Porque no siempre el corazón se habla con las palabras que nacen los labios.
Muchas veces habla el corazón con la piel, con la mirada o con pasos se habla.
También aprendieron a mirar a quien mira mirándose, que son aquellos que se buscan a sí mismos en las miradas de otros.
Y supieron mirar a los otros que los miran mirar.
Y todas las miradas aprendieron los primeros hombres y mujeres. Y la más importante que aprendieron es la mirada que se mira a sí misma y se sabe y se conoce, la mirada que se mira a sí misma mirando y mirándose, que mira caminos y mira mañanas que no se han nacido todavía, caminos aún por andarse y madrugadas por parirse.